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Cosmética en la antigüedad
Vamos a tomar como referencia incondicional de la devoción a la belleza a la cautivadora Cleopatra. Aunque es cierto que ella practicaba todos los protocolos de tratamientos de belleza que hoy conocemos, ya que utilizaba la cosmética, es un mito que Cleopatra fuera una mujer deslumbrante, tal y como nos la presentan en el cine. La historia nos dice lo contrario. Sin embargo, un conjunto de atributos que poseía, como su locuacidad, el tono de su voz, su mirada, etc. trasladaban un gran poder cautivador y de seducción.
Su atractivo se fundaba más en su inteligencia y en su poder de persuasión, que en su aspecto físico. La egiptóloga Sally-Ann Ashton, se dedicó a reconstruir la verdadera fisonomía de la antigua faraona egipcia. Sus estudios estaban basados en los grabados de antiguas monedas y en esculturas y reproducciones de decoraciones de diversos templos de Dandara, localidad ubicada al oeste del río Nilo.

Fisonomia | Algo más que belleza
Cleopatra medía 1,52 mts de estatura, su piel era oscura y tenía un ligero sobrepeso. Además, su cara, se caracterizaba por tener una gran nariz, labios muy finos y una mandíbula puntiaguda.
La reina de Egipto no era hermosa en el sentido convencional que hoy nos marca lo estipulado, sin embargo tenía la capacidad de embrujar con su elocuencia. Su personalidad era atrayente e hipnótica. Supo cautivar a Julio César y a Marco Antonio, dos famosos militares y poderosos líderes romanos de la época.
Lo más importante es, que aunque Cleopatra no fuera lo que podríamos considerar una mujer realmente bella, no significa que no dedicara tiempo a cuidar su cuerpo, como ejemplo para nosotras diremos que utilizaba todo el conocimiento sobre cosmética que ya habían adquirido en su tiempo.
Los griegos tampoco se quedaban cortos, la palabra cosmética viene del «kosmos» (cielo). Cuando los griegos contemplaban el universo encontraban orden y belleza, como resultado surgió la palabra «kosmetikhe» como expresión del arte del equilibrio y la belleza.
El maquillaje llegó a convertirse en Grecia y Roma en todo un ritual. Por eso, las mujeres romanas de clase alta tenían a su servicio «cosmetriae», que eran esclavos expertos en cosmética natural, así como «ornatrices», doncellas que cuidaban de su peinado y de su imagen.
Surgió el Colegio Aromatorium,
primera academia perfumista de la historia.
La cosmética no es algo superficial
Así que para aquellos que piensen que el concepto del cuidado de nuestra piel y de nuestro cuerpo es algo superficial y prescindible, debemos decirles que están equivocados. No era así para nuestros antepasados y no debería ser así en la actualidad. Lo bueno es que nosotras no necesitamos pertenecer a la nobleza para ponernos bonitas y cuidarnos. Poder aspirar a ciertos tratamientos de cosmética (cremas, tónicos mascarillas…) está prácticamente al alcance de la mayoría.

Por lo tanto, deberíamos aprender de la gran faraona Cleopatra, que aunque no era la más «bella del lugar», parecía que sí lo era. Sobre todo cuidada su intelecto y cultivaba su poder de seducción. Además, para ella era algo prioritario el cuidado de su piel a través de la cosmética del momento. Estoy convencida de que el hecho de tener un “ritual” de belleza la hacía sentirse admirable, de hecho era y sigue siendo admirada y reconocida ¡No ha caído en el olvido!
Tal vez su nariz fuera prominente, pero su inteligencia y su coraje la hacían sobresalir en un mundo de hombres, y no eran muchas las mujeres que lo conseguían.
Nefertiti, la Reina de Saba,
Helena de Troya, Cleopatra…
¡Mujeres sobresalientes
por su intelecto y belleza!
Un personaje actual destacado
¿Quién no conoce a Tina Turner? Cantante, compositora, bailarina, actriz y coreógrafa, cuya carrera se ha desarrollado durante más de cincuenta años. Por lo que es considerada como la «Reina del Rock». Se retiró del escenario en 2009 a la edad de 70 años después de una carrera musical de 50 años.
Su forma de cantar, bailar y su personalidad arrolladora consigue que cuando la miremos, por lo menos yo, no nos fijemos en su gran nariz. Sus enérgicas actuaciones en vivo, sus estrafalarios atuendos, su poderosa voz… hacen que su nariz le otorgue aún mayor personalidad.
Volviendo al aspecto físico de Cleopatra debemos insistir en que ella mimaba mucho su piel, utilizando la cosmética, que como ya hemos dicho, junto con sus otras cualidades la hacían parecer hermosa. Además, el maquillaje, el peinado y el vestuario potenciarían su aspecto. Todo ello junto a su estatus haría que su autoestima no estuviera por los suelos precisamente. La nuestra tampoco debe estarlo ¡Cuidarnos nos ayudará a sentirnos más seguras!
Si nosotras potenciamos nuestros atributos, haremos que lo que no nos guste demasiado también pueda pasar desapercibido. La cosmética, la ropa, el maquillaje, cultivar la inteligencia y nuestras otras cualidades, como el saber estar, etc. Harán que podamos sentirnos como Cleopatra o como cualquier otra diva.

Cleopatra y sus trucos de belleza
En el libro The Sacred Science, Nick Polizzi revela los diferentes productos de cosmética que utilizada Cleopatra para el cuidado de su cuerpo. Ella se preocupaba por su aspecto y guardaba muy bien sus secretos para que nadie la imitara.
Cuidados de la piel
Cleopatra usaba una crema efectiva y natural, mezclaban miel, bicarbonato de sodio, sal de mar y aceites esenciales, lo dejaban reposar 20 minutos y luego se lo aplicaban como exfoliante. ¡La reina de Egipto tenía a su servicio su propio centro de belleza!
Cosmética | Crema antiarrugas
Las doncellas de Cleopatra colocaban en un recipiente jugo de cebolla, 40 gramos de miel blanca, 40 gramos de lirio blanco y 40 gramos de cera fundida. Mezclaban y obtenían una pomada para ponérsela en la cara todas las noches antes de ir a dormir hasta la hora de despertarse.
Agua de rosas para los párpados
En el libro de Nick Polizzi se describe que Cleopatra cuidaba sus ojos de la luz solar y los lavaba tres veces al día con un preparado de agua de rosas. Sus doncellas hervían una taza de pétalos de rosa en medio litro de agua.

Cosmética y una mirada felina
Todas las mujeres en el antiguo Egipto usaban la cosmética y se maquillaban, no era como en Roma que solo las personas pudientes podían optar a ello. Supongo que cuanto mayor era su nivel social mayor sería su poder adquisitivo, pero todas las egipcias se maquillaban los ojos para resaltarlos.
Para darle un aire felino a sus ojos, Cleopatra los perfilaba con un polvo oscuro fabricado a partir de sulfuro de plomo conocido con el nombre de galena.

Cosmética y aceite de almendra
Al parecer Cleopatra se hacía recortar las pestañas cuando la luna estaba en cuarto creciente durante 3 noches seguidas y después las acariciaba suavemente con aceite de almendras para que crecieran rápidamente.
Creciente deriva del latín “crescentis”,
que significa “que crece”.
Será por eso que algunas personas
creen que si te cortas el pelo
en este periodo lunar,
crece más rápido.
Cosmética para eliminar el acné
Como veis esta civilización pensaba en todo, la cosmética que aplicaban para prevenir y eliminar el acné consistía en hervir varios puerros en agua, lo colaban y lo mezclaban con leche de cabra y un poco de azúcar. Así creaban un exfoliante natural perfecto para eliminar células muertas e imperfecciones.
¡La carne de ternera como cosmética!
Hoy en día hay quien se aplica hielo sobre la cara para reafirmar el rostro. Sin embargo, Cleopatra colocaba trozos de carne de ternera encima de la piel para mantener el cutis terso y libre de flacidez.
Mascarilla de pepino
Si buscas mascarilla de pepino en Google encontrarás multitud de indicaciones para fabricar una ¡No hemos dejado de usarla!
Desde la antigüedad, el pepino ha sido utilizado en la cosmética de los diferentes tratamientos de belleza debido a que es considerada una fuente de agua, vitaminas y minerales que ayudan a hidratar y proteger la piel.
La reina egipcia se colocaba una mascarilla de pepino para evitar las arrugas. Se utilizaban pepinos en rodajas, crema de leche batida, aceite de oliva y miel.
¡Sus Baños de leche de burra!
Cleopatra se bañaba con leche de burra para cuidar la piel. La hora del baño era algo así como un ritual sagrado para ella. Este era un lujo y una extravagancia que solo podían permitirse los monarcas y la gente de alta alcurnia. Los beneficios de la leche de burra eran muy conocidos por los griegos y los egipcios, quienes fueron los primeros en darle un uso en la cosmética.
No es probable que le llenaran su “terma” o piscina de baño como nos muestran en las películas hasta rebosar de leche de burra ¡Necesitaría ordeñar muchas burras! Lo lógico es que introdujeran una cantidad de dicha leche en el agua.
Propiedades cosméticas de la leche de burra
La leche de burra se parece a la leche materna, aunque es más ligera: permite hidratar la piel y darle suavidad. Así mismo tiene un efecto regenerativo, hidratante, tonificante y revitalizante de la piel. Contiene varios ácidos que ayudan a limpiar las células de la piel, a eliminar las sustancias que mantienen las células muertas en su superficie y así mejora la apariencia de la piel y la dermis tiene un aspecto más joven.
Por otro lado, contiene varias vitaminas (A, B1, B2, B6, D, C y E), todas siendo las mejores afiliadas en la lucha anti-edad, y sus minerales y oligoelementos (calcio, magnesio, fósforo, sodio, zinc) hacen de esta leche un tónico natural para la piel.
Como darse un baño de leche hoy !!!
Actualmente darnos un baño de leche de burra sería complicado, pero hay alternativas simples y efectivas que sí se pueden llevar a cabo. Muchas de nosotras disponemos de bañera o media bañera en nuestra casa y podemos buscar el momento apropiado, quizás el fin de semana, para realizar antes de irnos a dormir un baño templado, no solo relajante, sino que también nos aporte muchas ventajas cosméticas para cuidar nuestra piel.
Preparar el contenido de la bañera
Los baños de leche son muy fáciles de hacer. Es tan simple como verter la leche elegida en agua tibia, no tiene que ser leche de burra:
-Podemos utilizar leche líquida entera o leche en polvo.
–Para la leche líquida agregar: 1 taza a 2 tazas de 250 ml. en agua tibia para el baño. Puedes usar leche fresca o en brick -no edulcorada-.
–Leche en polvo: agregar 1/3 taza a 2/3 taza de leche en polvo en agua tibia para el baño.
Para las más creativas
Baño de Espuma

La espuma de baño es un ingrediente que podemos incorporar a nuestro baño de leche. La espuma de baño forma parte de la cosmética para el tratamiento de belleza de nuestro cuerpo. Hay espumas muy específicas, aunque no son otra cosa que jabones con una elevada capacidad para crear espuma, y eso significa que se trata de jabones con muchos químicos.
Así que es preferible algo más natural, se puede usar un jabón poco espumoso (o ninguno) y conseguir las burbujas con bombas de sales de baño, por ejemplo.
Las sales de baño son un tipo de sustancias que se parecen a la sal común pero que incorporan otras sustancias, como el magnesio o la glicerina y que tienen distintas acciones sobre la piel durante el baño. Aportan propiedades antisépticas, exfoliantes y astringentes. Actualmente estas sales pueden encontrarse a la venta tanto en formato de sal como unidas en bombas de agua, es decir, comprimidas en objetos sólidos que, al ponerse en contacto con el agua, entran en efervescencia y provocan un burbujeo notable.
Baño con Aceites esenciales
Estos aceites contienen la esencia de distintas plantas y resultan beneficiosos para el organismo. Añadir alguno al agua del baño puede ayudarnos a relajarnos, aliviar tensiones o dolores variados y, además, atribuirá al baño un aroma maravilloso.
¿Un baño con miel?
Pues sí, también puedes añadir a los componentes de arriba miel, como hacía Cleopatra. Será suficiente mezclar en el agua media taza de miel (175 gr. aproximadamente).
Antes de echarla en la bañera mézclala con la leche en un bote tapado y agítalo bien. Si utilizas agua muy caliente destruirás las propiedades beneficiosas de la miel. El agua de tu baño debe estar templada.
Una vez hecho esto, vuelca la mezcla de leche y miel bajo el chorro de agua. Cuando la bañera esté llena a tu gusto, cierra el grifo y agita el agua con la mano para combinar la mezcla de leche y miel.
La miel aporta humedad adicional, es antibacteriana y excelente para disminuir el acné.
Las propiedades beauty de la leche nos hacen
pensar por un momento que deseemos ser faraonas,
para aplicar en nuestro cuerpo y en nuestro
rostro la cosmética que esta cultura utilizaba.
La leche y la cosmética acual
La cosmética tiene como objetivo aplicar preparados para conservar o embellecer el cutis, mejorar el contorno corporal y cuidar el cabello. Hemos basado este post en las costumbres de las culturas ancestrales y nos hemos centrado especialmente en la mítica Cleopatra.
En Egipto no solo utilizaban la cosmética para realzar la belleza, también la utilizaban en la medicina. Otras etnias primitivas utilizaban la cosmética incluso con un carácter mágico, China o la India la asociaban a sus prácticas religiosas.
Así que no hemos descubierto nada nuevo, lo malo es que nosotros hemos introducido muchos productos químicos, pero vamos reconduciéndonos y cada vez más somos conscientes de que los cosméticos ecológicos son mucho más beneficiosos y nada agresivos para nuestra piel.
El objetivo de la cosmética ecológica es producir compuestos neutros a la piel, evitando potenciales riesgos de enfermedad, alergia o rechazo ¡Nuestros cosméticos son todos ecológicos!
Si no queréis sumergiros en un baño
¡Hay otras alternativas!
Productos para tu cosmética facial y corporal
Es curioso saber que en la cosmética natural sigan fabricándose productos ecológicos con leche de burra, productos que puedes aplicar en tu cara y en tu cuerpo para el cuidado de la piel. Si utilizas estos productos en forma de crema facial, corporal y dermojabón, obtendrás una piel hidratada y con un buen aspecto en todo momento. También te beneficiarás de su efecto antioxidante.
Ya hemos mencionado las propiedades positivas que tiene la leche de burra debido a sus componentes por su alto contenido en nutrientes, proteínas y vitaminas.

Tiene una textura muy fluida para que funcione en todo tipo de pieles, de rápida absorción, sin aportar grasa y además, altamente nutritiva. A su vez el aroma tan delicado y suave, la hace perfecta para aquellas personas a las que no les gusten las cremas perfumadas.
Esperamos que con este post hayáis visto que el cuidado de la piel, no es algo novedoso, la cosmética natural es legendaria, civilizaciones cultas y prósperas la practicaban ¡Imitémoslas!