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Maquillaje | Libertad de expresión

Los investigadores dedicados al estudio de la prehistoria, nos dicen que la mujer prehistórica decoraba su cara con manchas de barro de color rojo. Así lo confirman algunas pinturas encontradas por los arqueólogos en las excavaciones. En Noruega, por ejemplo, cerca de Oslo, se puede ver a una mujer poniéndose en la cara grasa de reno, animal cuya figura se halla dibujada cerca de ella.

De hecho, las mujeres prehistóricas disponían de barro, de tierras colorantes y de grasa de animales para pintarse. Así que podríamos decir que nuestras predecesoras ya se maquillaban.

El maquillaje se ha asociado desde tiempos remotos al embellecimiento, el estatus social y la preservación de la juventud. Pintarnos la cara es algo que forma parte de la entidad humana.

Sin duda, la emancipación y los derechos de las mujeres también han estado estrechamente ligados a la libertad con la que maquillaban sus rostros.

A día de hoy, las redes sociales nos han permitido hablar extensamente sobre el maquillaje, indiscutiblemente ya no existe tabú ni prohibiciones ¡Hay total libertad de expresión y un sinfín de opciones sobre gustos! Así que las mujeres no estamos sujetas a un solo look. Esta libertad cultural hace hincapié en cuanto a la expresión de la personalidad.

atrevido maquillaje

En consecuencia, el maquillaje puede ser exagerado llegando incluso al límite, pero ya nunca se considera escandaloso. Como resultado, una puede pintarse mucho un día e ir con la cara lavada al día siguiente.

Una mujer si se ve bien, se siente bien

Diferentes estudios han demostrado que el uso del maquillaje puede mejorar en gran medida nuestra autoestima, por consiguiente, lo aplicaremos con la intención de destacar los rasgos que nos hacen sentirnos bellas y de atenuar las imperfecciones que podamos tener. De hecho, vernos bonitas ante el espejo después de maquillarnos puede ayudarnos a superar nuestros pequeños complejos y a sentirnos mejor, más seguras y atrevidas.

El maquillaje incluso puede utilizarse como terapia para ayudar a mujeres con enfermedades como el cáncer, ya que se entiende que el estado de ánimo es fundamental para superar la enfermedad. Como resultado de un buen maquillaje podemos conseguir que las personas enfermas se sientan más hermosas, eleven su autoestima y aumenten su motivación por seguir adelante.

El maquillaje está asociado al sentimiento de bienestar, consecuencia de saber que “estás cuidando de ti misma”. En cuestión de minutos puedes dar un toque de color y luz a tu mirada y cambiar totalmente la perspectiva de las cosas.

Vernos bellas con maquillaje es una filosofía de vida para algunas mujeres, dar un toque de color a nuestra piel por las mañanas, antes de enfrentarnos a nuestro día a día nos da la vitalidad y el entusiasmo que necesitamos. Usándolo podemos sentirnos mejor con nosotras mismas.

Mujer sensual maquillándose

Evidentemente,  son igualmente bellas quienes optan por usar poco maquillaje y  buscan sentirse naturales. Simplemente el hecho de limpiarnos e hidratarnos la piel, dando un toque de brillo a nuestros labios, para muchas mujeres ya es suficiente.

Asimismo, usar maquillaje es totalmente aceptable  para que, quienes tienen complejos o imperfecciones en el rostro, recuperen su autoestima y mejoren su estado de ánimo.

El maquillaje tiene efectos emocionales positivos

Usar cosméticos marca la diferencia entre como nos sentimos antes de maquillarnos y después de hacerlo.  El cambio en positivo es inmenso. El maquillarnos o no revela nuestro estado de ánimo, aunque solamente nos demos ese toque de luminosidad que he mencionado antes.

Una encuesta ha demostrado que aproximadamente el 67% de las mujeres españolas se maquillan a diario. Esto supone casi 16 millones de mujeres con sus 16 millones de motivos diferentes para hacerlo. Aunque hay uno que sobresale por encima de los demás: verse y sentirse mejor.

Está demostrado que usar maquillaje tiene efectos mucho más allá del aspecto físico. Por ejemplo, aumenta la confianza.

¿Sabías que existe la psicología de la apariencia?

También existe el “efecto pintalabios”, éste efecto, según ha probado dicha psicología puede incluso mejorar las calificaciones universitarias o ayudar a progresar en el trabajo. 

Obviamente, otro de los resultados  inmediatos de llevar o no maquillaje también afecta a cómo nos ven los demás. La primera impresión se forja en cuestión de segundos y en ella intervienen muchos elementos como la ropa, la actitud, la expresión corporal o la forma de hablar, sin duda el maquillaje juega un papel primordial.

Podemos permitirnos invertir 10 minutos o media hora al día maquillándonos, dependerá del tipo de maquillaje que nos apliquemos. Indiscutiblemente, no debemos sentirnos culpables por ello. Cuando no nos maquillamos es muy posible que nos veamos con peor rostro. El color que aporta el maquillaje contrarresta esto y permite que nos sintamos más bonitas y saludables.

Sentirnos más optimistas

Arreglarse de una determinada forma con la ropa, el maquillaje y el pelo nos ayuda a determinar qué actividad vamos a llevar a cabo y en qué momento del día nos encontramos.

El cerebro ya tiene un registro de diferentes sensaciones y conductas que se realizan según la forma en que vistamos. Por esta razón, si utilizamos ropa de deporte nos será más fácil sentirnos con la energía de movernos y hacer ejercicio. Cuando estamos trabajando usaremos una ropa distinta y nuestro cerebro computa que es el momento de concentrarse y trabajar.

Chica con pinceles para maquillarse

Igualmente, el maquillaje nos prepara para la batalla diaria, ponerse maquillaje puede ayudarnos a asumir los diferentes roles en nuestras vidas. 

Del mismo modo, aplicar maquillaje a nuestro rostro y arreglarnos a diario nos ayudará a mantener un buen estado de ánimo. Tendremos alegría, nos veremos agradables y nos empujará a sentirnos más productivas.

¡Es como si vistieras tu salón con un bonito ramo de flores frescas!

No abandonar nuestro aspecto es un estimulador que potencia sensaciones de positividad y reconocimiento de una misma. Por el contrario, no arreglarnos nos produce negatividad y promovemos un estado de ánimo desmotivador.

Jóvenes con mascarilla de pepino

Ponerse maquillaje es como ponerse tacones altos, da la confianza suficiente como para sentir que se tiene el control, por consiguiente aumenta la confianza en una misma.

El ser humano no está hecho para vivir aislado, al contrario, las personas necesitamos de la familia, las amistades y las relaciones sociales en general. Tener relaciones sociales mejora la salud mental de cualquier individuo. Las mujeres, al entablar conversación con otras féminas, podemos hablar sobre maquillaje y esto nos puede hacer conectar y sentir empatía con ellas. Cuando una mujer admite que también está usando corrector de ojeras con otra, está siendo humilde y al mismo tiempo está diciendo que duerme mal o que está cansada. Está conectando.

Algo importante a tener en cuenta, es que no maquillarnos hace que nos olvidemos de la limpieza de la piel. Una buena limpieza de cutis es fundamental siempre para que tu piel luzca más luminosa y esté sana.

Está comprobado que el color aumenta la autoestima y el ánimo.

Chica maquillándose frente al espejo

Vernos guapas es una de las claves para mejorar el ánimo y la autoestima: peinarse, vestirse, usar unos zapatos cómodos pero estilosos y maquillarse, aporta beneficios psicológicos. Al igual que hacer ejercicio para sentirnos más ágiles o llevar una dieta adecuada, todo influye a la hora de mirarnos al espejo. Esa imagen que proyectamos de nosotras mismas y en la que nos vemos reflejadas, nos dirá cómo estamos por dentro y por fuera y también se lo trasladará a los demás.

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